Con los muchos riesgos que representan las muelas del juicio impactadas, no es aconsejable esperar hasta que sienta el dolor para descubrirlas. Si resultan ser un problema, la mejor solución es eliminarlos tan pronto como surjan. La extracción de muelas del juicio está muy extendida hoy en día porque el procedimiento ayuda a prevenir muchas complicaciones graves de salud, como caries, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Afortunadamente, expertos en extracción de muelas del juicio más calificados y confiables están disponibles en casi todas partes. Por lo tanto, probablemente sea trivial para usted encontrar a alguien que le quite las muelas del juicio en su área. Por lo general, un cirujano oral calificado realiza su cirugía de muelas del juicio.
Aunque el proceso de extracción de las muelas del juicio es bastante popular, algunas personas todavía dudan al respecto. No entienden cómo un diente sano que no es doloroso es un problema. Todavía abundan muchas preguntas sobre todo el proceso. Estos son algunos de los pasos principales tomados en la extracción de muelas del juicio.
Examen
Su médico realizará una radiografía o tomografía computarizada de los dientes para tener una idea clara de cómo se sientan en la mandíbula. Los resultados también determinarán quién debe llevar a cabo el procedimiento de extracción. Durante el examen, asegúrese de hacer todas las preguntas importantes que pueda tener con respecto a la extracción.
Anestesia
Dependiendo de la gravedad de la situación, su médico le administrará anestesia para ayudarlo a calmarse y minimizar el dolor. Hay tres tipos principales de anestesia utilizados durante la extracción de muelas del juicio, a saber; sedación local, intravenosa y anestesia general. Los pacientes que están más ansiosos o en procedimientos complejos que requieren que el paciente esté dormido reciben sedación intravenosa y anestesia general.
Cirugía
Durante la extracción de las muelas del juicio, el médico realiza una pequeña incisión en la encía para exponer el diente y la mandíbula. Luego eliminarán el hueso que bloquea el acceso a las raíces del diente para facilitar la extracción. Dependiendo del tamaño y el ángulo del diente, el médico lo dividirá en varias piezas para facilitar su extracción. Luego, extraerá el diente y limpiará la herida para asegurarse de que no queden restos del diente y el hueso. El cirujano sutura la incisión (si es necesario) para promover una curación más rápida. Finalmente, el cirujano coloca una gasa sobre el sitio de extracción del diente para controlar el sangrado y alentar un coágulo de sangre. Hoy en día, este procedimiento se ha vuelto muy simple y rápido, gracias a los avances tecnológicos.